sábado, 14 de febrero de 2009

Tu sonrisa

Esa mañana tu sonrisa se guardó en mi memoria y por mucho que lo intentara, no podía dejar de verla. Esa mañana, después de haberte conocido, intenté mil cosas para hacerte reir.

Aquella tarde rompí demasiadas barreras en mi mente y me atreví a pedirte tu número. No me importó que tu mamá me viera. Tampoco que los demás lo supieran. Había algo dentro de mi que me impulsaba a seguir cada paso hacia donde estabas y gritar tu nombre.

Mi sangre se enturviaba con sólo pensar en no saber más nunca de ti y dejar mi vida sin esa sonrisa. Me daba escalofrío, lo admito. Mis piernas se movían solas hacia ti, mi mirada no te dejaba en paz. Era como una dulce adicción.

Esa tarde moría por rozar tu mano y decirte algo al oído. Hubiese dado todo por susurarte lo linda que eres. Fuiste tan atrevida que provocaste ríos de adrenalina a través de mis venas, y justo ahí desapareciste.

Me dejaste con un sabor extraño en la boca y más aún, con un eco en mi mente que me hacía volver a aquellos labios de miel, una y otra vez. Esa noche dormí soñando en esos ojos color de luna, tan puros, tan inolvidables.

Hubo una noche que volví a ser niño cuando mi teléfono sonó y vi que era un mensaje tuyo. Mi corazón respondió apurando sus latidos, mis dedos tenían propia vida. Fue fantástico. Ya tenían pensada cada palabra.

Soy inocente de lo que siento, porque es tan expontáneo que no me da ni tiempo de pensarlo.

Creo que es tu sonrisa...
... la culpable de todo ésto.



Addenda: ... puntos suspensivos y muchos suspiros.... Feliz Día

miércoles, 28 de enero de 2009

Arpa, cuatro and Maraca's in Crack-ass (I)


Se escuchaban sólo unos pasos solitarios al fondo del pasillo desierto. Las sillas vacías e incómodas del corredor habían sido su acompañante durante la noche, y mientras la ansiedad contaminaba minuto tras minuto su sangre, se impacientaba esperando que su novia saliera de aquél cuarto del hospital deprimente y oscuro en el que yacía desde ayer.

No había logrado conciliar el sueño más de 5 minutos en toda la madrugada, cuando el ruido de una ambulancia que llegaba a emergencias lo había traído de vuelta a la realidad.

Con las primeras luces del alba fueron llegando los primeros inquilinos de aquél lugar de paredes mugrientas. Los fue examinando con la vista a medida que se iban sentando, todos, lejos de él. La mayoría era gente que esperaba respuestas de algún familiar que había ingresado de emergencia. Esa mañana, la gente de ahí jugaría a la ruleta rusa del Pérez Carreño.

El lugar se fue llenando lentamente, hasta que los recién llegados se vieron en la necesidad de sentarse cerca de él, evitando los prejuicios de verlo con la camisa llena de sangre.

Justo en la silla siguiente, se sentó un hombre alto, bien peinado, vestido a la perfección con un traje negro, nada acorde al lugar. Tenía en sus manos el periódico del día. Lo abrió de par en par, como si fuera a leerlo. Pero en vez de eso, volteó hacia él.

- Te conozco, y sé porqué estás aquí- le dijo, en voz muy sutil.

Juan se aclaró la garganta y sin inmutarse respondió - ¿Quién eres?.-

- Hoy, puedo ser tu mejor amigo o tu peor pesadilla.-

Hubo una pausa- ¿Te conozco?¿Cómo sabes quién soy?-

- Creo que eso no es lo más importante. Lo importante es que si quieres que la chica que está allá adentro siga viva, debes acompañarme.-

-¿Qué quieres de mi?-

-Dentro de unos segundos me levantaré y saldré de esta sala por el pasillo. Me pararé en el umbral de la puerta. Estaré allí esperándote.- Dobló por la mitad el periódico. Buscó dentro del bolsillo del traje y sacó un revólver, tapándolo con el periódico. -A no ser que tú tengas otra idea. Si te tardas más de cinco minutos, entenderé.-

Se quedó sentado viéndolo alejarse. Miró para todos lados, pero cada quien se encontraba sumergido en su propio mundo. Esperó un largo rato, se levantó y caminó hasta el final.

- Bien, acompañame.- le dijo el hombre, llevándolo a una esquina solitaria. - Ahora quiero que escuches bien mis palabras y que no las olvides. Cualquier cosa que hagas o no hagas que vaya en contra de lo que yo diga, pondrá en peligro la vida de ella y la tuya. ¿Quedó claro?-

Juan asintió con la cabeza. -Bien, sígueme.-

Salieron del hospital por la puerta principal. Justo en la calle, frente a la fachada, se encontraba una camioneta azul sin placas con las luces intermitentes. Ambos hombres entraron en la parte posterior y la camioneta arrancó.

- Para que veas que ésto no es un juego te voy a explicar cómo funciona todo. Tu novia está dentro de ese edificio con unas enfermeras que, digamoslo así, no son las más correctas del mundo. Con sólo una llamada, tu novia pasará a mejor vida. ¿Entiendes?. Ahora, ésto es lo que quiero que hagas. ¿Qué tan bien conoces La Candelaria?.

- He ido varias veces. - respondió Juan, temeroso.

- Perfecto. Iremos a una tasca que se llama La Cita. Una vez adentro buscarás en la barra a un mesonero llamado Víctor. Él te indicará la mesa donde está un señor. Le vas a entregar este paquete y le vas a decir que lo abra inmediatamente. Una vez que lo hayas visto abierto, te vas a regresar a la camioneta. ¿Quedó claro?.

- Sí, por supuesto. Víctor, paquete, señor, camioneta.- respondió

- Cámbiate la camisa por esta, así no llamarás tanto la atención.-

Llegaron al lugar y Juan se bajó. Entró a la tasca y le preguntó a un mesonero si había un lugar donde llamar urgentemente. El mesonero le respondió que en la entrada hacia los baños había un teléfono público. Caminó hasta allá cuando otro mesonero repleto de vasos tropezó con él. El estruendo fue tal que la mayoría de los presentes volteó. Se le acercó un hombre canoso.

-Amigo mio, venga por acá para que se limpie. Le daré un paño, venga, venga.- Caminaron juntos hasta cerca de la barra y en voz baja le dijo -...por cierto, soy Víctor, recuerde que la vida de su novia es proporcional a su nivel de estupidez. Ahora, ¿ve esa dulce dama en aquella mesa?. Si, exactamente, la de los pechos gigantes. Vaya para allá y procure no tropezarse ni distraerse en el camino. Pregunte por Pedro Camacho.-

Juan caminó hasta la mesa con el paquete en la mano.

-Buenas tardes. ¿Quién es Pedro Camacho?.- preguntó en voz alta.

- Yo mismo soy. ¿Quién me busca?- le respondió un viejo gordo vestido al estilo de los ochenta.

-Traigo esto para usted y es necesario que lo abra acá mismo- ordenó.

-¿Y qué pasa si no quiero abrirlo?-

Juan se acercó al gordo, lo miró frente a frente -Maldita escoria, si no abres esa mierda, al salir de aquí te meto cuatro pepasos en la nuca y quedarás como carne de cerdo, viejo imbécil.-

El viejo gordo rompió el sobre de inmediato. Abrió la cajita que estaba adentro y pegó un grito lanzándola. La cajita cayó en la mesa y de ella salió rodando un ojo humano congelado. Juan salió corriendo entre las mesas, llegó a la calle y se metió dentro de la camioneta.


martes, 27 de enero de 2009

Arpa, cuatro and maraca's in Crack-ass (II)


-¿Qué carajo fue eso?,¿ustedes están locos o qué?- preguntó Juan, una vez dentro de la camioneta, desesperado.


- Creo que debes calmarte y enfocarte en tus propios asuntos.- le respondió el hombre del traje que estaba sentado al lado de él. -Ahora quiero que me escuches con detalle... ¿me estás oyendo?-


-¿Porqué a mi? ¿Porqué buscarme para hacer eso? ¿Porqué no me dejan en paz? ¡No tengo real, no tengo nada! ¡Déjenme ir!- gritó Juan. -

La camioneta se introdujo en el tráfico de Caracas con sus ocupantes en silencio. Juan pensó en escaparse, en abrir la puerta de la camioneta y saltar. Colocó su mano en la manilla y la haló bruscamente. No ocurrió nada y el hombre del traje se echó a reir.

-¿Ya dejaste de patalear?- le preguntó, al cabo de unos minutos, sin obtener respuesta. La mirada de Juan divagaba por la ventana.

-Escúchame, por tu propio bien. Pronto te dejaremos tranquilo. Lo próximo que harás tiene que ver con una funeraria. ¿Te gustan las funerarias?. Me imagino que sí. En la Florida, hay una que se llama Vallés.-

Seguía con la mirada perdida a través de la ventana. -Espero que me estés escuchando.- continuó el hombre del traje.

Juan se volteó -¿Es lo último que tengo que hacer? ¿Nos dejarás en paz?-

- Todo depende del éxito que tengas. Presta atención: en esa funeraria está un gran amigo mio y quiero saludarlo. Te dejaremos a una cuadra y caminarás hasta la entrada. Irás hacia la parte izquierda donde está una capilla muy pequeña.- Le puso un revólver en las manos.

-¿Para qué me das eso?- preguntó Juan.

- Las cosas podrían complicarse y en tal caso deberás sacarla. Tranquilo, no te emociones, no tiene balas.- Le entregó la fotografía de un hombre moreno y fornido. - Quiero que me lo traigas. Te estaremos esperando afuera. - Hubo una pausa -... por cierto, cámbiate la camisa. No sé qué habrás hecho para mancharte de nuevo.-

Juan comprobó que ésta vez la puerta de la camioneta sí abría.

-¡Ah!, casi se me olvidaba, cuando vengas de regreso procura correr rápido. Te hará falta. Ya verás. -

El calor en la calle a media mañana era agobiante. Las piernas le temblaban al caminar. Miró para todos lados y escondió el revólver en el bolsillo de su pantalón. Había una multitud aglomerada en la entrada de la funeraria, se introdujo a través de ella sin mirar a nadie. Caminó hasta la parte izquierda donde un letrero rezaba "Capilla Luis XVI". Se paró en el pórtico y echó un vistazo hacia dentro.

Habían pocas personas, todas hablaban en voz baja. Al fondo había una señora sollozando. Entró sin que nadie diera cuenta de su presencia y caminó hasta sentarse al lado de la señora.

- Mi sentido pésame, mi doñita. - le dijo.
- Gracias jóven. - le respondió la señora -¿Usted conocía a mi hijo?-
- Sí, llegué a tratarlo un par de veces. - Sacó la fotografía de su bolsillo. - Por cierto, mi doñita, ¿ha visto usted a este hombre por acá?-

La señora se hechó a llorar desconsoladamente. Algunos de los presentes voltearon a verlos.

-Mil disculpas, pero ¿lo conoce?- preguntó Juan

La señora señaló el ataud y se undió en sus propias lágrimas. Juan se levantó, dio unos pocos pasos para descubrir su cruel destino: el hombre de la fotografía era el mismo que estaba muerto.

Arpa, cuatro and maraca's in Crack-ass (III)


Juan giró sobre sus talones. Frente a él, la señora aún lloraba con la intensidad de una regadera. Le invadió el deseo de sentarse con ella y acompañarla en su calvario, pero en vez de eso decidió que lo mejor sería regresar a la camioneta, sin importar que fuese con las manos vacías.

El destino jugó su papel clave: Juan pensó que antes de montarse en la camioneta sería conveniente pasar primero por el baño. Salió de la capilla, caminó unos pocos pasos y entró en el de caballeros.

Se dispuso a hacer lo propio en el urinario, cuando vio por el reflejo del espejo que entraba un hombre moreno y fornido, de parecido asombroso al de la foto. La sorpresa de Juan hizo que perdiera el equilibrio mientras orinaba. Pensó que era una mala jugada de su mente, que no podía haber visto a dos hombres iguales.

El hombre musculoso se metió en uno de los cubículos del baño y cerró la puerta. Juan no le encontraba explicación a lo que había visto, pero sabía que debía hacer algo para averiguarlo. Se metió en el cubículo de al lado, se bajó los pantalones para no levantar sospechas y esperó. Después de unos minutos, el hombre musculoso salió. Juan se subió los pantalones, abrió la puerta, sacó el revólver y con los brazos extendidos lo puso en la nuca del hombre.

- Quédate muy quietecito o te mato.- dijo Juan, en voz baja. El hombre no se inmutó ni se movió, parecía que no era la primera vez que alguien lo apuntaba con un arma.

-¡Camina! - le ordenó Juan. Ambos hombres entraron de nuevo a uno de los cubículos.

- No te aconsejo que me hagas algo.- dijo el hombre -Afuera están esperándome y si ven algo raro te.... -

Juan lo interrumpió - ¡Cállate!, te pones bruto y disparo.- continuó -Escúchame, no quiero peos contigo. Vas a hacer exactamente lo que te diga: afuera nos está esperando una camioneta, vas a caminar al lado mío muy tranquilito. Haces cualquier movimiento y te quedarás en el mejor lugar para morir. ¿Quedó claro?-

El moreno asintió con la cabeza. La diferencia de tamaño entre los dos hombres era evidente. Aún así, Juan le ordenó que lo abrazara. Otra hubiese sido la historia si tan sólo el hombre musculoso hubiese sabido que el arma era inservible. En cambio, ambos salieron del baño y caminaron por el corredor, mientras Juan mantenía el cañón del revolver apretado contra su enorme pierna.

- ¡Epa Jorge, ¿pa' dónde vas?!- se oyó una voz detrás de ellos.

El moreno giró su cabeza y Juan hundió el arma contra su pierna. - Tranquilito te dije.-

Estaban a punto de salir a la calle cuando comenzó el caos. El otro hombre que estaba detrás de ellos sacó una pistola 9 m.m y apuntó a Juan. Haló el gatillo y por fortuna, la bala pasó oliendo su piel. El hombre fornido intentó alejarse pero Juan sacó su revólver y se lo colocó en el cuello. Otros dos disparos sonaron.

De repente el estruendo fue tremendo, de la camioneta salieron dos hombres armados y abrieron fuego contra la funeraria. Juan y su acompañante quedaron atrapados entre ambas ráfagas y no tuvieron más remedio que echarse al piso. Uno de los hombres bien vestidos y fuertemente armado agarró al moreno musculoso por la ropa y a la fuerza logró meterlo dentro de la maleta de la camioneta.

Juan se quedó petrificado en el piso, mientras toda la gente en la funeraria corría hacia todos lados. El otro hombre bien vestido del hospital se le acercó.

- ¿Vienes o te vas a quedar a charlar otro rato?- le preguntó a Juan.

Decenas de testigos vieron a los hombres entrar al vehículo y alejarse a toda velocidad por la calle hasta cruzar a la derecha en la Avenida Libertador. El amigo del moreno que estaba dentro de la funeraria recibió un disparo en el pecho y falleció a los pocos minutos. Fue la única persona herida en el tiroteo.

Arpa, cuatro and maraca's in Crack-Ass (IV)

Los cauchos rechinaron contra el pavimento a medida que derrapaba para entrar en la Cota Mil. El chofer undió el pie en el acelerador y se escuchó un rugido de pura potencia, mientras lograba probar con éxito la estabilidad de la camioneta y su habilidad para zigzaguear entre los demás vehículos.

El hombre elegante en la parte de atrás no parecía haber sudado ni una gota. A su lado, Juan se miraba el brazo con una pequeña quemadura. Su mente se había convertido en un manojo de dudas: ¿por qué había visto dos hombres iguales?¿qué querían estos tipos con aquél moreno?¿lo dejarían en paz después de haber pasado por tanto?.

El poco tráfico a esa hora por la Cota Mil, rumbo al Este de la ciudad, daba la impresión que había sido una sutileza bien planeada para escapar. Jorge, el moreno musculoso, miraba por la ventana de la maleta cómo los demás carros quedaban atrás.

El hombre de traje colocó sus rodillas en el asiento y se volteó hacia la maleta.

-Querido Jorge. ¿Cómo te sientes?-

Jorge intentó pararse y agarrar al hombre, pero con un derroche de habilidad lo evadió y sacó de su chaqueta una pistola.

- Me estoy fastidiando Jorgito y tu sabes qué pasa cuando yo me canso. No me obligues, por favor, a llenar otro carro con la misma sangre. -
- Malparido- respondió Jorge, sentándose de nuevo.
- Sí, lo sé. Pero tú también sabes, Jorgito, que uno en esta vida no puede ser tan charlatán. Y precisamente tu hermano, ¡aaah!, ¡tan chevere que era ese morocho tuyo!, se pasó de la raya con mi confianza.- Hubo una pausa - Jorgito, tú me conoces. No sé porqué tuvo que terminar así.-
-¿Qué coño quieres?-
-Paciencia. Ya sabrás. Ahora, quiero que te comportes allá atrás, ¿te parece?-

El hombre se sentó de nuevo y volteó hacia donde estaba Juan.

-Me dijiste que después de ésta me dejabas ir- le dijo Juan.
-Amigo mío, creo que esas palabras jamás salieron de mi boca-
-¡No mientas! - Juan alzó la voz. - ¡Dijiste que todo dependía de mi éxito!-
-Exactamente. Todo dependía de tu éxito. Y como ciertamente lo tuviste, deberás hacer una cosa más.-
-¿Una cosa más?. ¿Qué crees que soy yo?, ¿un matón de los tuyos?. ¡Déjame ir!-
-¡Detén la camioneta!- gritó el hombre -Escúchame maldito imbécil, tienes dos opciones: una, te bajas, te vas y tu novia muere. Dos, te quedas y haces lo que digo. Tú eliges. Tienes treinta segundos para decidir.

Juan abrió la puerta.

-Tú sabes bien lo que voy a elegir- y volvió a cerrarla. -Espera un segundo, ¿podré hacer pipí acá antes de continuar?- preguntó Juan.
-¿Acá? ¡No, olvidalo!- respondió el hombre
-Por favor, me hago pipí- rogó Juan

El hombre hizo un ademán de desprecio y le permitió salir.

En la funeraria, cuando Jorge y él iban caminando abrazados, logró meterle la mano en el bolsillo y sacarle el teléfono celular. No podía desperdiciar esa oportunidad, caminó hasta darle la espalda al vehículo y marcó el teléfono de su novia. Puso el teléfono en altavoz colocándolo en su entrepierna. El celular comenzó a repicar. Esperó un momento hasta que contestaron.

-Patri...- alcanzó a decir y colgaron. Enseguida comenzó a marcar de nuevo los números con desespero. Repicó de nuevo.

-¡Juan!- gritó el hombre del traje bajándose de la camioneta.
-¡Ya termino! - respondió Juan.
-¡Tranca antes que te caiga la contestadora! - dijo el hombre mostrándole el teléfono de su novia.

Juan se regresó cabizbajo y se montó nuevamente.

-Buen intento, no puedo negar que fue inteligente. - dijo el hombre - Escúchame, pronto te dejaremos en paz. Ahora, ¿te gustan los hoteles cinco estrellas?-
-Me encantan- respondió Juan irónico y resignado.
-Perfecto. Vamos en camino al Marriott de El Rosal. Es un hotel lujoso, así que estarás bien vigilado por el personal. Por lo tanto, tendrás que actuar con mucho cuidado. Hay un salón enorme que se llama Michelena donde hay una convención de médicos-
-Bien, ¿los mato a todos?-
-No, déjame el sarcasmo a mi. Deberás buscar a Manuel Moncada y una vez que estés al lado de él me llamarás. Ni antes ni después, ni tampoco a más nadie. ¿Quedó claro?-
-Sí, muy claro. ¿No me vas a dar una pistola o algo?-
-No será necesario- le respondió el hombre.

El hotel Marriott de Caracas goza de tener una de las mejores salas de conferencias de toda la capital. A los pocos minutos la camioneta se colocó en las puertas del hotel y Juan se bajó ante la mirada inédita de los botones que allí se encontraban. Atravesó la puerta. A la derecha estaba la lujosa recepción. Uno de los agentes de seguridad del hotel se le acercó.

-¿Puedo ayudarlo en algo, señor?- preguntó el guardia.
-Busco el salón Michelena. Soy asistente de uno de los médicos y necesito ubicarlo urgentemente. Hay una emergencia con un paciente-
-El salón Michelena se encuentra al fondo de ese pasillo a la izquierda y de nuevo a la derecha. Al bajar las escaleras puede conseguir la entrada al salón-
-Ha sido usted muy amable-

Juan caminó exactamente como el guardia dijo y llegó hasta la puerta del salón. El lujo del hotel le hacía recordar con ironía al lugar donde todo esto había comenzado. Alrededor se encontraban muchos hombres hablando en varios idiomas. Entró directamente hasta el fondo, cerca del podio, donde un señor hablaba en inglés de, quizás, las últimas tendencias en cirugía. Juan se colocó al lado del extranjero y éste lo miró con sorpresa.

-I'm sorry. ¿Can I help you?-
- Sí, sí. Un segundo nada más. - acercó su boca al micrófono -¿señor Manuel Moncada?, por favor el señor Manuel Moncada se le solicita en la recepción. Su vehículo está mal estacionado-

Justo se levantó un hombre medio calvo y con un bigote abundante, empezó a caminar hasta la puerta. Juan se percató y lo alcanzó corriendo.

-¿Es usted Manuel Moncada?- preguntó Juan.
- Sí, pero no entiendo para qué les di la llave, si hay un problema con mi auto deben resolverlo ustedes mismos-
-Señor, no hay ningun problema con su carro-
-¿Entonces, para qué carajo me sacas?-

Juan le puso el teléfono en el oído. Al cabo de unos segundos Manuel Moncada respiró profundo. Sólo contestó que estaba de acuerdo con lo que el hombre del traje le estaba diciendo.

-Creo que debes venir conmigo. Se trata de tu novia, que por cierto, ya no está más en aquél hospital-

jueves, 15 de enero de 2009

Los choros también toman vacaciones


Caracas.- La capital venezolana amanece diferente durante cada día de enero y no es porque haya cambiado algo en su geografía o en su política, sino que ha sido sorprendida por un fenómeno poco visto en los demás meses del año: Caracas está desprovista de choros.

Hay quienes se preguntan extrañados del inusual cambio en la vida diaria, hay otros que creen que es una broma de una cámara indiscreta, y existen otros eruditos policiales que no logran dar con las causas del milagroso acontecimiento.

Debido a esto, el equipo de reporteros de Gracias al Ocio, sedientos de información, agarraron metro y se dirigieron a los alrededores de la estación Petare, para conocer el origen de los hechos. Allá se conseguieron con un trabajador del gremio, que prefirió mantenerse en el anonimato, quien les relató que "Bueno el mio tú sabes que chaaaamo, después de chambiar bulda en diciembre lo que quedamos fue mamaos... entonces como te decía won, nos agarramos unos días y tal.. pa sacar a pasiar a los pelaos y andar con la jevita por ahí", con lo que destacó la importancia de las relaciones familiares.

Dulneidys Bárcenas, trabajadora informal de la zona, comentó que "mira mijo esto está peor que pupú de pato. Acá no hay ni un alma, la gente ya no quiere venir porque dicen que ya no está el atractivo turístico de acá ¿ves?", con lo cual nos confirma que la situación también afecta la economía.

Poco después lograron hablar en su despacho con Yulkeidor de Jesús Marcano, vocero oficial de la Organización Civil "Cero Boleteo", quien les confirmó la noticia del repentino asueto. "Es verdad que ya no hay más choros dando vueltas por ahí, pero la causa es justa, ya que los trabajadores del ramo merecen su descanzo como cualquier otro trabajador. Tenemos planificado retomar las actividades en la tercera semana de Enero, para darle chance a que la gente cobre quincena, y tengamos de dónde trabajar. A finales de Enero, lo más seguro, es que se reincorporen algunos compañeros que tenían vacaciones vencidas y se volverá a la total normalidad."

De tal manera que sólo es cuestión de tiempo para que todo vuelva a ser como el año pasado. Queda esperar a finales de Enero para que la delincuencia nos agarre confezados.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Crónica de muerte lenta (Parte II)


Estaba cayendo la tarde. Poco a poco, el sol desaparecía detrás de los cocoteros. Me distraje de nuevo en otras cosas, y cuando quise buscarla, se había ido.

-¡Hey mira! ¿y ellos se fueron?- pregunté casi gritando.
- No, ya vienen-

Suspiré, pero no duró mucho. Cuando aparecieron empezaron a despedirse.

(Coño.. necesito el teléfono de esta chama. ....Mierda no tengo el celular acá, lo dejé en el bolso. Coño tengo que apurarme se están despidiendo.. verga no, qué descaro llegar con el telf en la mano... coño pero dónde lo meto, el short está mojado.. aaah qué carajo!.. coño ahí viene.. )

-Bueno chaito pues-
-Bueno dale que el niño Jesús te traiga muchas cosas bonitas y que la pases super fino-
-Igual para tí vale, un abrazo, por cierrrto.. me gustari..

(Cooooñooo.. no me jodas... )

- Bueeeno chaooo, espero que la hayan pasado super bien-
- Sii, claro que si, feliz navidad mi amor-
-Feliz navidad igual, señora, ¡que la pase sabroso!-

(ME JODÍ.... coño me jodí... se fue.. la chama se fue... cooooño!)

Desconsolado, traté de pensar lo más rápido posible. Rogué por conseguir algo que se les hubiese quedado, miré para todos lados. Mi reacción fue caminar hacia donde se había ido. Y justamente volteó hacia donde yo estaba. (vergaaa que leche). La llamé con la cabeza y se regresó hasta donde me había parado.

-Oyeeee, ¿me das tu número de telf?- pregunté
-Ok dale.. -
-Finooo, dale, chaito, pasala sabroso y trata de no estudiar tanto-
-Chaoooo-

Perfecto. Me sentía como Tom Cruise al final de Misión Imposible I, II y III. Hasta ahí estuvo todo bien.

Pero...
(... tengo unas ganas de mear arrechísimas... me toca hacerme el paisa y meterme detrás de la matica.. ).

La vida a veces abre unas puertas y cierra otras. Justo cuando estaba orinando placenteramente, pasó la camioneta donde iba ella, exactamente a un lado donde yo estaba...

El destino jugó sucio conmigo, y jamás sabré si ella estaba mirando hacia ese lado...

Crónica de muerte lenta (Parte I)


No puedo decir que fue amor a primera vista, pero si puedo decir que me llamó la atención una chica que llegó derrepente al lugar donde estaba reunido con unos amigos.

Aún recuerdo las primeras palabras que crucé con ella, cuando por casualidad sacó de su bolso un Ipod con unas cornetas y nos resolvió el dilema de la música, al menos hasta que se acabara la pila.

- ¡Qué finas esas cornetas!, ¿dónde las compraste?-
- Las compré en Margarita... o no, ya va, las compre en... sí, sí, las compre en Margarita-
- Están bien de pinga, yo quiero comprarme unas así, porque en estos días me compré un Ipod y ando fiebrúo-
- ¿Sí?, qué chévere, lo bueno de esas es que se adaptan a todos los tamaños-
- Coño qué bien, qué funcionales-

Me hice el loco y me alejé. Me distraje hasta que cruzamos un par de miradas. En eso, a mis amigos les dio por jugar tenis de playa... y yo, para no hacer el ridículo jugando, dije que iba a ser el árbitro... para hacer el ridículo a mi manera.

Después de entrar en calor con el juego, llegó el momento echarnos un chapuzón en la piscina. Todos al agua. Todos, y ella no entraba. No es que estuviese pendiente.

- Disculpa, pero la piscina para niños está allá, no querrás que te pase algo y tenga que venir alguien a ayudarte-
- Sí, eso vine a decirte, no es bueno que estés acá con los adultos. Vaya, vaya-
-Las reglas de la piscina dicen que en ésta sólo pueden entrar las personas que midan más de metro y medio.

Me hice el loco. Me le acercaba cada cierto tiempo, pasaba frente a ella silvando y viendo hacia arriba. Hasta que en un momento me djo que tenía hambre, y en eso, me explotó la cotufa que tenía en el cerebro. Me salí de la piscina.

-Ya vengo, voy a traer algo de comer, que yo tambíen tengo hambre- (claro, claro)
- Ah bueno si vá-

Cuando iba caminando de regreso con los dos platos, uno full de queso y otro lleno de doritos, me di cuenta que sería demasiado evidente. Intenté devolverme pero iba a quedar como un loco, más de lo normal. Tenía que pensar rápido.

- Aquí tienen, LES traje queso y doritos pa' que no digan que me porto mal con USTEDES- Le puse ambos platos primero a ella para que agarrara, y tuve que repetir lo mismo con todos los que estaban en la piscina.

Regresé y volví a parecer indiferente. Al rato, hubo un cruce de miradas. Esta vez estaba al lado de su intimidante papá, y giré rápido la cabeza hacia otro lado, porsia las moscas.

Poco después nos acercamos y se dió el momento para conversar a solas. Ambos nos enteramos de lo que hacíamos y porqué habíamos terminado ahí ese día. La hice reir, mientras intentaba no decir ninguna estupidez, aunque fuese por cinco minutos. Yo seguía dando palmadas anónimas bajo el agua, cuando nos llamaron que la parrilla estaba lista. Todos a comer. Esta vez no vi cuando salió, porque el hambre nublaba hasta los pensamientos más perversos, pero puse mi sillita estratégicamente cerca de donde estaba sentada, de nuevo, haciéndome el loco.

Se me hacía imposible picar la carne dura con el cuchillito y el tenedor de plástico que nos dieron así que dejé que se deslizaran por el plato hasta caerse, inocentemente, para no tener excusa de agarrar la carne con la mano. Te pareció gracioso que se me cayeran ambos cubiertos. Gracias.

Justo ahí me di cuenta que no tenía nada para tomar, y ella tenía un vaso lleno de refresco en la mano. De nuevo, cruzamos miradas, y puse una cara desoladora por no tener nada de beber. Me ofreció su vaso tiernamente, y le hice señas que al terminar me acercaría hasta donde ella estaba comiendo.

Fue cuando apareció, casualmente, su mamá, ofreciéndonos a mí y a un amigo refresco. Iba a decirle como Sanz: te lo agradezco, pero no. Me iba a inventar unas de las mías: que soy alérgico al refresco, que me cae mal, que estoy a dieta. Estuve a punto de decirle que ya su hija me estaba guardándo el mío. Pero obviamente acepté, y mi amigo, ni corto ni perezoso, también.

Comimos sabroso y de pronto empezamos todos a bailar. No es que estuviese pendiente, pero vi que se había quedado sentada viéndonos. Fuí hasta donde estaba, esta vez sin rodeos ni pelos en la lengua, para invitarla a bailar.

Bailamos sabroso tambíen. Me preguntaste si lo mojado de mi cuerpo era porque estaba en la piscina. Afortunadamente, sí. Suspiré.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Somos Hugo y yo


Hablemos claro. Puedes sentarte de ese lado de la mesa, yo me siento de este otro; pero hablemos claro.

Te considero un ser inteligente y perseverante. Lo has demostrado desde que llegaste al poder en 1999. Te considero además un oportunista, porque llegaste justo en el momento en que tu país se ofrecía más vulnerable, cabizbajo, y abriste un camino distinto en el cual creyeron muchísimos venezolanos, casi todos.

Te convertiste en una figura con mucho poder, pero no te fue suficiente y utilizaste todas las que tuviste a tu alcance, para constituir un gobierno dependiente de tí mismo. Lo suficientemente sólido para cubrirte las espaldas con varias personas que brincaron el río y se vistieron de rojo; pero también otros más sinceros y escasos, que creyeron en tu camino y aún están dispuestos a defenderlo a capa y espada.

Después de eso, empezaron a caer las promesas. No te miento, hablemos claro. Dijiste que te ibas a cambiar el nombre si quedaba algún niño en la calle, me prometiste limpiar el Guaire, me prometiste el fin de la corrupción y te aplaudí, el punto final para la pobreza extrema, que ibas a cambiar la realidad del país... y puedo seguir. Pero eso digamos no es lo más "grave", sino que NO me dijiste que ibas a cerrar un canal porque no pensaba igual que tú, NO me dijiste que ibas a manejar la asamblea y los fondos de dinero a tu gusto, NO me dijiste que ibas a cobrar y a darte el vuelto, NO me dijiste que ibas a dividir mi país y a proteger a los malandros... NO me dijiste que ibas a hacer lo que te diera la gana. Entonces, como podrás ver, las cuentas no han estado claras.

De eso te culpo: de hacer lo que te dé la gana y de permitir que tu gobierno sea de comiquita, de balurdos, de títeres. No me digas que no, porque tú mismo los hiciste. Son creados por tí y tienen tu conciencia. Ninguno en su sana naturaleza se atrevería a contradecirte.

Te culpo de engañar a muchos venezolanos, quienes se rinden ante tus palabras porque han creído, creen y creerán en tí por mucho tiempo, y tú ahí tranquilo sin cumplirles, preocupándote sólo por quedarte indefinidamente a la cabeza de este país. Y es aquí donde entra el asunto que me desvela, y me permito iniciarlo preguntándote: reelegirte indefinidamente ¿PARA QUÉ?.

¿Para que continúe la desidia de tu gobierno por muchísimo más tiempo?, ¿para cortar eternamente las vías de desarrollo más básicas que tiene una sociedad?, ¿para que te inmacules ante el mismo pueblo que pisoteas?... Me dirás tú que no, que estoy equivocado, que quieres cambiar la constitución para que Venezuela prosiga en su camino revolucionario y de ahí pasarás a decirme que tú, humildemente, te propones como el ser más capaz para llevar las riendas de Venezuela en ese lindo, mejor dicho, bellísimo trecho que hay desde donde aún estamos (a pesar de tus bien ganados 10 años) hasta donde nos esperan unas dulces doncellas socialistas con uvas en la mano y abanicos para echarnos aire.. y aquél petróleo por los aires.

Entonces, propongo no preguntártelo a tí, porque sé DE MEMORIA tu respuesta. Propongo preguntárselo a la señora ama de casa que consigue todo muchísimo más caro para hacer las hallacas, al mecánico que no puede continuar con su taller porque el control cambiario lo deja frito, al señor del kioskito que lo han robado como 4 veces en el año, a la secretaria que tiene que echarle un camión de bolas para llegar sana y salva a Guatire, a los que hacen justicia en este país y no han muerto en el intento, a los de aquél pueblito que sufren día a día las inclemencias del clima y no tienen a nadie quien vele por ellos, a las madres de los chamos que han muerto mientras daban sus primeros pasos en la delincuencia, a los que trabajan en tu gobierno y se quedan callados para no perder su trabajo, en fin... a todos preguntarles ¿PARA QUÉ ACEPTARTE INDEFINIDAMENTE?

Y estoy seguro, no es pesimismo, que habrán muchísimas personas que aplaudirán tus intenciones. Porque también es parte del venezolano hacer lo que le de la gana, porque aún existe muchísima gente que celebra EL PAN DE PIQUITO, porque aún somos inmaduros y preferimos unos riales en vez de seguridad social, porque hay gente que saltaría de felicidad con tu mandato eterno para poder seguir siendo HONGOS DE LA SOCIEDAD. Y a ellos, mis más sinceras palabras de condolencia.

Por eso queda de tu parte decirme cuándo y dónde. Y estoy seguro que nuevamente los venezolanos nos levantaremos tempranito y estaremos en las colas echando vaina y jodiendo, para llegar a las urnas y expresar nuestra voluntad. De hecho, ya hasta le agarré el gustico a las elecciones. También queda de tu parte empezar a comprar conciencias, a volverte loco. Por supuesto, quedará de mi parte ir a la máquina y pulsar NO... una, dos, tres, cuatro veces.. LAS QUE QUIERAS, hasta que se dañe la máquina.

Y ese día los venezolanos respiraremos profundo. Tomaremos una bocanada de aire para hablar lo más fuerte posible.

Ese día... hablaremos MUY claro.


Addenda: ¡Qué fácil se me hizo hablar con Hugo vale!, de verdad. Espero que les haya gustado. También espero que de alguna manera traten de llevar este mensaje a todos. Nos merecemos algo mejor y aprobar la emienda sabemos que no es el camino. Además, espero que éste no sea el último post del año. Mil gracias a todos.

viernes, 17 de octubre de 2008

Dieciocho Historias

He vivido dieciocho historias en mi vida.

El sol cada día penetra distinto por mi ventana.

Me he convertido en una galleta de soda.

Cada letra que escribo me recuerda que estoy un paso detrás. Siempre uno.

Soy materia gris. Soy un objeto locuaz que no tiene ni pies ni cabeza.

Mi album de fotos se parece a una cámara indiscreta.

He recorrido muchas millas pensando tu nombre.

Fue sublime sólo el instante en que pude perderme en el bosque de tus rulos.

He reido hasta llorar, pero siempre se me hace difícil llorar hasta reír.

No he muerto, pero he visto a otros morir. Sé de memoria cómo se marchita una flor.

He escrito 45 textos.

He soltado millones de carcajadas y no me arrepiento de ninguna.

Mi infancia no la cambio por nada; mis padres, menos.

He estado en 5 países y sólo Caracas es mi hogar, mi ciudad.

He vivido lo que es comerse un cable; he comido lomito y salmón.

Escuché mil canciones. He cantado hasta quedarme afónico.

He sido actor, escritor, contador de chistes malos, amigo, hijo, hermano, novio, empleado, guía, estudiante.

He vivido... he vivido dieciocho historias en mi vida.


Addenda: ¿Es un pájaro?¿es un avión?... ¡No!, es Superman.. Así es este texto: no es un poema, no es un cuento y no es un ensayo. Entonces, ¿que es?.... pues, es... Superman.

Este texto es especial, por varias cosas. Primero, es uno que habla mucho de mi, de mi vida y mis años. Segundo, hace que salga de una sequía en el blog que me traía cabezón y Tercero: sirve para celebrar, además de mi próximo cumpleaños, el haber cumplido más de tres mil visitas en el blog. Otra cosa: pueden fijarse que en total son 18 líneas. ¿Dieciocho historias nada más?.. Para nada, son muchas.. y hay que contarlas todas. Mil gracias.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Aquella gran Tertulia


Hace poco conversaba con mi amigo Francisco acerca de Gracias al Ocio. Él, me comentaba que le parecía interesante el mundo de escribir en un blog. Yo le dije que era una buena experiencia y lo invité a que un día lo intentara. Después de unos instantes de silencio, me hizo una pregunta que jamás olvidaré. "¿Te han entrevistado algún día?". A mi me dio risa. Pero al cabo de un segundo me puse serio. Le respondí que nunca nadie lo había hecho. Fue el momento cuando me dijo una segunda cosa que tampoco olvidaré: "Entonces, si quieres, yo te entrevisto, pero serio, fuera de joda". Acá les coloco el resultado de aquella tertulia.

F: ¿Qué significa tener un blog hoy en día?.
H: Tener un blog es como tener un terreno virtual. Es un pedacito dentro de ese gigantesco mundo llamado Internet. Un terreno cercado donde puedes colocar cualquier cosa dentro e invitar a tus amigos a que entren y las vean. Es un espacio que te brinda libertad de expresión a todo dar y eso hoy en día es demasiado importante.

F:¿Qué es lo más difícil de tener un blog?.
H: Abrir un blog es demasiado fácil. De hecho, no te tomaría ni 5 minutos ser el dueño de uno. Todo el mundo puede hacerlo y el único requisito que yo veo, es que debes saber manejar el mouse. Ahora, lo más difícil de tenerlo, es mantenerte vivo a través del tiempo. Para ser siempre interesante debes tener siempre información actualizada, que atraiga a la gente. Sé que parece tonto, que la gente hace click ahí y ya. Pero ganarse ese click es medio peluo, y aún más pelúo es que vuelvan a hacer click. ¿Me entiendes? El hecho de mantenerse con lectores a través del tiempo es lo que más me ha costado. Por eso aprecio tanto cuando alguien me dice que le mostró el blog a un amigo.

F: Me imagino que abriste el blog para distraerte o divertirte. Además de eso ¿qué es lo más gratificante de tener una bitácora como ésta?.
H: Sí, abrí el blog para divertirme, pero sobretodo porque me gusta distraer a otros. Es algo que disfruto. De allí viene lo más gratificante de este asunto, el saber que lo que yo aquí publico entretiene a la gente. No tienes ni idea lo bien que se siente cuando alguien me dice que le ha gustado un texto. No sólo eso, también cuando me critican, es super gratificante. Es crecer día tras día. Es motivarte a seguir escribiendo y hacerlo mejor cada vez. Definitivamente estoy orgulloso de lo que he logrado, el primer fan de mi blog soy yo mismo.

F: ¿Dónde aprendiste a escribir?.
H: Con esa pregunta acabas de matar un post del blog, porque tenía pensado escribir sobre cómo aprendí. La historia comenzó en bachillerato, con un profesor de Castellano fuera de serie. Su nombre es César Velásquez. Desde el día de mi graduación no he sabido más nada de él, pero dejó en mi muchas cosas buenas, entre ellas, la pasión por la buena literatura. Las clases con él eran totalmente distintas a las clases que te puedes imaginar de Castellano. Un día llegaba al salón siendo un personaje... y se paraba en el medio a decir un monólogo, tal vez improvisado. Le encantaba el teatro, bueno, en general, amante de las artes y de las letras. Al mismo tiempo que nos daba clases, también se dedicaba a dirigir su propio cortometraje llamado "Alas de Plomo", del cual no supe más nunca. Sé que lo llegó a grabar, y sé que adquirió fama local dentro del medio. De aquellas clases vienen mis aires de escritor, cuando nos daba unas pocas frases y nos pedía que hiciéramos una historia a partir de allí o un ensayo. Recuerdo que hice como mil ensayos. Estuve todo bachillerato escribiendo, y al graduarme sentí que no podía dejar de hacerlo. Nos enseñó a ser críticos con fundamento. A ver la vida como una historia muy larga, de amor, de terror, de lo que fuese.

F: ¿Qué le dirías si lo tuvieses enfrente?.
H: Le diría: "Gracias al ocio y a lo pelúo que fuiste: mira lo que hago ahora!" Bueno, en realidad, creo que me daría pena mostrarle el blog. Pero sería la cosa más interesante del mundo... ver cuánta nota me pone.

F: ¿De dónde sacas las ideas para los textos?.
H: Mucha gente me pregunta lo mismo. Es una gran mezcla. Son mentiras con verdades... experiencias mías con experiencias de otros. Constantemente estoy pensando en qué escribir, en situaciones cotidianas, en personajes llamativos, cosas así. Hay textos que salen muy rápido y hay otros en los que estoy semanas enteras sin saber cómo terminarlos; o capaz tengo el final y no sé cómo comenzarlo. La creatividad no es todo el tiempo la misma. Sin embargo, la totalidad del blog es creación mía. Aunque confieso que en un famoso blog español existe un texto parecido a "De predicciones". Del resto, son cosas que se me van ocurriendo. Hay momentos en que debo reprimirme los ataques de escribir cosas personales que me pasan. Siempre me reprimo porque odio los textos tipo "Querido Diario... hoy fulanito me dijo que era feo y todos se rieron". Detesto leer algo que me cuente lo que hice esta tarde, o cómo resultó aquel almuerzo... o si la chica me paró bolas. Son dos cosas distintas: contar una experiencia y usar un blog como si fuese un mal amigo. Y cuando lo haga, sabrán que metí la pata.

F: ¿Cómo ves a Gracias al Ocio en el futuro?.
H: Me gustaría verlo con más lectores. Con cosas nuevas, con nuevo diseño. Con publicidad. Me encantaría verlo con textos que den risa y sobretodo con muchos comentarios. Lo veo más viejo, más grandecito y maduro. Pero lo veo bien.

F: ¿Y al autor?.
H: Buena pregunta. Al autor lo veo barbudo, gordo, dormido en una silla con una botella de ron. (risas). En verdad, me veo dedicado en mis otras cosas, sin dejar de lado mi más grande tarjeta de presentación, que es Gracias al Ocio. Comprometido con este saperoco.

F: ¿Qué otra cosa te gustaría hacer al estilo de Gracias al Ocio?.
H: Hay una cosa que me quita el sueño por las noches. Me llama demasiado la atención hacer un cortometraje. Filmar algo con sentido que quede súper bien, no algo mamarracho. Pero he sido un cobarde y no me he atrevido a nadar en aguas que no conozco. Cobarde, no tengo otra palabra. A veces sueño con estar filmando una escena, o con ver algo en la pantalla que yo he creado, eso me pone los pelos de punta. Entonces me pongo melancólico y hace que me pregunte muchísimas cosas. También estoy loco por aprender a escribir guiones cinematográficos o cosas por el estilo. Y por supuesto, aprender a escribir de manera más seria, con nuevas técnicas. Estoy seguro que un día, mientras esté echado en el sofá pensando, me voy a decidir hacerlo.

F: Ha sido una muy buena conversación, para cerrar ¿alguna otra cosa que quieras decir?.
H: Sí claro. Gracias, siempre gracias. A todos... y al Ocio.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

El amante (Segunda Parte)

Sonaban las gotas de agua al estrellarse con la cerámica barata que alcanzaron a comprar. Marcos se enjabonaba el pecho, o al menos, lo intentaba. Estaba distraído pensando en la vida que llevaba desde hace dos años. Había sido infiel tantas veces como gotas caían de la regadera. Prácticamente se había convertido en un amante de profesión, y su trabajo "verdadero", la coartada, había llegado a ser sólo la excusa perfecta para no estar en casa a tiempo.

Aquella misma casa que a veces usaba menos que la habitación de cualquier hotel; quizás para darse una ducha y buscar una muda de ropa limpia.

Absorto en su propio mundo, Marcos volvió en sí cuando oyó el estruendo que hizo Marta al abrir de par en par la puerta del baño.

-¿Qué pasó vale?, ¿porqué entras así?-

-Bueno este también es mi baño ¿no?-

-Bueno, muñequita, por si todavía no te has dado cuenta, lo estoy usando.-

-Solamente vine a saludarte coño, para que sepas que estoy en la casa, al menos, y sabes bien que detesto que me digas así.-

-Perdón, su alteza. Míra vale hazme un plis. Pásame el champú que está ahí en el estante.

-¿Y qué pasó con el que está allá?-

-Me lo gasté todo, mamita, cuidando este pelito de ensueño.-

-Verga, cuidado con una modestia. Aquí está, agarra rápido que no me quiero mojar.- Por un momento sólo se oyeron las gotas caer.

-Oye gordita ¿estás ahí todavía?-

-Sí coño... me llamó la atención una mancha que tienes en la ropa, parece como brillo, y del barato... ¿Tú como que andas puteando Marcos o qué?-

-... es que estos carajos si joden. Coño Martica, mi cielito, esos fueron los tipos del trabajo vale, que andan con un chalequeo todo el tiempo. No le pares que fueron ellos para echarme vaina.-

-Ahhh ya... claro vale y yo tengo cara de pendeja. Cuidado con una vaina Marcos Guillermo.-

Marta, sumisa, salió del baño dando un portazo, casi tan rápido como cuando entró. La casa volvío a quedar sumergida en el silencio.

Al cabo de un rato, Marcos estaba ya fuera del baño y como si estuviese estrictamente planificado, sonó su celular: 1 Mensaje de texto nuevo. Hay mucho trabajo pendiente, necesito urgente que traigas esos papeles, la oficina está sola, parece que hoy no vamos a poder salir temprano.

Apareció la señal y Marcos tuvo que apurarse. No le dió la más mínima importancia a la discución con Marta, quien tampoco se preocupó mucho al verlo salir. Quizás era la oportunidad que ella necesitaba para enviarle la señal a su amante, quizás no.

Tal vez, con las colas de Caracas, Marcos tardaría más de media hora en llegar. Suficiente tiempo para que Lorena, su jefa (la queridita) preparara la oficina para una ardua noche de trabajo (sumas, restas e inclusive.. multiplicaciones) y pusiera todo en orden: la botellita de vino tinto chileno, el que causa sensaciones en la boca, el escritorio con vista directa a la noche caraqueña... y sólo faltaba que el empleado del mes llegara... a poner los papeles en su lugar.


Addenda: ¿No entendiste un zipote de la historia y la cabeza te mata por saber dónde está la Primera Parte? En la sección "Los archivados", ve directamente a Enero de 2008. Justamente ahí está el comienzo. Como anécdota puedo contarles que pasaron 9 meses entre los dos textos, y además que el primero está escrito en 1era persona y éste último está en 3ra, cosa que no me había fijado hasta ahorita. Mil gracias, como siempre.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Derecho a Morir


Una mañana me despertó el sonido atorrante del timbre de mi casa. Abrí los ojos, poco a poco, para que la luz que entra por la ventana no me dejase ciego. Tantié con los pies el piso frío en busca de mis alpargatas, justo cuando sonaba el timbre por segunda vez. Imaginé que debía ser la conserje del edificio anunciando que iba a quitar el agua.

-Yaaaa voooooy-

Vestido con la pijama y luciendo una fabulosa cara con peinado mañanero, abrí la puerta. Apareció parado frente a mi un hombre con chaquetica barata con el logo de una empresa, camisa blanca percudida, pantalón caqui, zapatos sucios y un maletín desgastado. Debajo de esa vestimenta se esconde una persona normal, pero había sido el afortunado ganador de una loca lotería. Esa mañana había cometido un error, abrir la puerta y separado por sólo un escaso metro, tenía un terrible e implacable vendedor.

- Muy buenos días señor - destacó con una enorme sonrisa.

- ¿Qué tal?, ¿en qué le puedo ayudar?-

- Ayúdeme más bien a ayudarlo a usted, mi estimado amigo.-

- Mmmm... De acuerdo.-

- Usted parece ser una persóna dinámica, actual, consiente de todas las tendencias, ¿cierto?.- Una de las características de los vendedores es que hace 2 minutos que hablas con ellos, ellos ya te conocen de toda la vida, inclusive sin saber tu nombre.-

-La verdad es que sí. Tengo la tendencia a quedarme dormido con los que tocan mi puerta un sábado.-

- No se preocupe, que hoy estoy aquí para cambiarle un aspecto de su vida.-

- ¿Va a darme plata?-

-Inclusive algo mejor. En esta época que estamos viviendo, ¿no siente usted que nuestros derechos están siendo reducidos e inclusive nuestras libertades, tan simples como nacer o morir a placer, se ven disminuídos con las políticas de algunas personas?.-

-Tiene razón, a veces tengo la impresión que no me dejan seguir durmiendo.-

-Ya veo que me está entendiendo, usted es una persona razonable, entonces, ¿no le gustaría tener esa oportunidad de morir cuando le plazca?, ¿sin tener que cumplir toda una parafernalia?. Sólo imagíneselo, parece imposible; pero con lo que yo le traigo esta mañana, puede ser todo suyo.-

- Me está diciendo que usted me va a vender ¿qué?-

-¡Pues su Derecho a Morir!. Simple, donde usted quiera, cuando usted quiera, como usted lo pida, tenemos planes pensados para su satisfacción.-

-¿Y cómo podría estar satisfecho, si ya estoy muerto?-

- Precisamente, al morir, ¡usted estará satisfecho!, se lo garantizamos. Usted sólo debe firmar un contrato en el que nosotros le entregamos totalmente el servicio de "Una" muerte.

- ¿Y qué tengo que dar a cambio?-

- Una módica contribución monetaria, que si bien lo piensa, no significa nada ante lo que está recibiendo: El completo derecho a morir plácidamente.-

- ¿Usted ya tiene ese derecho?-

- Claro, no dudé ni un segundo en comprarlo, para estar más tranquilo.-

-Yo creo que usted tiene muchas ganas de usarlo hoy. ¿Qué le parece aquí parado frente a mi?-

-La verdad, no mucho.

-Entonces... le sugiero que se aleje de mi puerta... y que vaya a venderle el derecho a morir... a la madre que lo parió!!!!.

Addenda: Honestamente, la foto no tiene nada que ver con lo que trata el texto; pero por más que busqué una imagen, no conseguí nada. Como cualquier blog grande que se respete, también tengo un caricaturista, pero está de vacaciones. Como siempre, gracias a las personas que se han sumado como lectores del blog por sus comentarios tan positvos y a los viejos que me han dado apoyo para seguir con estos textos locos.

martes, 16 de septiembre de 2008

Le Pettit Publicité


Estoy seguro que el mundo sería un lugar distinto si no fuese por nuestros amigos los publicistas y sus marcas. Son simples genios, artistas creativos que se matan horas y horas por descubrir la mejor manera de hacernos comprar tal producto, o comer en aquel lugar o hacer cualquier cosa que ellos quieran. Puedo decir con sinceridad que nuestro futuro está en manos de esas mentes.

¿No se han puesto a pensar qué sería de nuestro querido planeta si los publicistas hubiesen empezado todo de otra manera? ¿Qué tan distintas serían nuestras vidas si las marcas de hoy no fuesen los productos que son? Sería un caos, eso es seguro. Para muestra un botón:

Sienta la nueva experiencia en sabor. Cómalas aquí, cómalas allá, cómalas donde quiera, pero cómaselas ya. Nuevas galletas Chevrolet, divinas, como a usted le gustan. Pídalas en su kiosko, pida: Galletas Chevrolet y sienta la experiencia del confort en su boca.

¿Siente que su esposo lo tiene duro? Pues enjuague el cuello de sus camisas con el nuevo suavizante Sony Erricson, que deja una textura sedosa, que a su marido le encantará y sabrá retribuirle. Sony Erricson, ¡lo mejor en suavizantes!.

¿Cansado de contar ovejitas al acostarse?, lo que usted necesita es un Colchón Firestone, unicos con sistema Nock Out que lo dejará durmiendo en menos de lo que pueda parpadear. Se lo recomiendo, Colchones Firestone, porque un sueño sin control, no sirve de nada.

Los accidenes ocurren y en Seguros Solera Light estamos concientes de ello. Por ello le proponemos la mejor cobertura en caso de accidentes de tránsito. Seguros Solera Light es el único con servicio Primium: porque no es lo mismo tener un seguro y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo.

¿Mala recepción? Evite esos problemas del pasado con su nuevo teléfono Mcdonal's 2376 únicos con cámara de inimaginables megapixceles. A la hora de elegir, recuerde que con su teléfono Mcdonal's, ¡las sonrisas son gratis!

Addenda: Sección de textos cortos con ideas locas, en los próximos días estaré publicando otro. No se olviden, porfavor, de colocar su calificación del blog completo en la nueva encuesta que está en la parte derecha. Mil gracias como siempre.

viernes, 22 de agosto de 2008

Anti-horóscopo


El horóscopo nunca va a cambiar. De eso debemos estar claros. El horóscopo será siempre la ciencia de decirle a la gente en el oído las cosas que quiere oir. Ha sido siempre un negocio, y dudo mucho que deje de serlo.

Me hace ver una vida que no tengo. Provoca miedo en las personas, falsas expectativas y deseos incumplidos, tanto así que creo más en un heladero que en un horóscopo.

Cansado de estas cosas, decidí tomar un breve curso de astrología por Internet, donde aprendí lo necesario para detener a los mercenarios escritores que publican diariamente textos demasiado generalizados e insuficientes y, además, para satisfacer las necesidades de un público atento a lo que depara el futuro. Luego de aplicar las técnicas más básicas, surgió la esencia simple de cada signo zodiacal. Así que, lo que coloco a continuación, es el fruto de mi tan esmerado esfuerzo.

Aries: Quédate tranquilo(a) Aries, Saturno viene por tí pronto. Un hombre desnudo se te acercará y te pedirá dinero a cambio de sexo, procura responder con la sinceridad por delante, o por detrás, como tu quieras. Tendrás una mañana que querrás quedarte dormido y no ir al trabajo. Cuídate de las caminatas nocturas, te llevarás una silla por delante mientras vas a la nevera. Mi consejo: Cepíllate siempre los dientes antes de dormir, acuérdate que los dientes de arriba se cepillan hacia abajo.

Tauro: Tendrás problemas con un mototaxista. Olvídate de ir a algún parque esta semana porque Neptuno está en posición con Marte y lo más seguro es que te caiga mierda de pájaro en la ropa. Ve pidiendo de una vez la cita con el médico: tendrás problemas intestinales por una parrilla que te comerás. En el amor: dale sin miedo, experimenta cosas nuevas. En el trabajo: tus compañeros sentirán un deseo de abrazarte mientras almuerzas. Mi consejo: Cuida tu higiene personal, evita tirarte peos mientras duermes.

Géminis: Buenas vibras para tí. Te conseguirás un dinero perdido en el piso. Aléjate de algo relacionado con un motel y alguién que simula ser mujer. Evita sorpresas indeseadas. Te llamarán a media noche preguntándote si estás de turno a esa hora. En el amor: experimenta posiciones nuevas. En la salud: posiciones sexuales te traen problemas de espalda. En el trabajo: llega temprano, el jefe te tiene pillado. Mi consejo: trata siempre de tener tu teléfono celular con pila.

Cáncer: Cuídate de tu familia, tus hijos te agarran plata mientras te bañas. Del resto, te veo bien. Evita comprar cosas que no necesites y no vayas a usar, como por ejemplo máscaras antigas, percheros y esas cosas. En el amor: cambia la marca de condones que usas. En el trabajo: intenta ver menos televisión mientras trabajas. Mi consejo: Tu dinero siempre estará más seguro en el banco que debajo del colchón.

Leo: Demuestra tu cariño más a menudo, las personas que te rodean piensan que eres antipático. Fluctuaciones en la órbita de Plutón te originan graves problemas de disfunción eréctil. Tendrás una leve sensación de derrota que deberás sobrellevar. En el amor: ya te dije, estás salao. En el trabajo: no vas a tener ni ganas de trabajar. Mi consejo: que Plutón se apure.

Virgo: Mi muy querido y espiritual virgo(a), a tí te sale buena suerte esta semana. Así que procura jugar cuanta lotería exista, triples, terminales, kino, triple gordo y demás cuestiones del azar. Virgo(a) también te veo generoso con las personas que más aprecias, en especial, los que te han dicho cosas del futuro. En el amor: ámate. En el trabajo: tómate tu tiempo para ir a jugar lotería. Mi consejo: Nunca olvides la generosidad.

Libra: Esta semana estarás muy emotivo. Procura siempre estar con una sonrisa y cuando tengas ganas de llorar por cualquier cosa, corre y escóndete. En el amor: Sentirás que tu pareja te trata mal. En el trabajo: sentirás que tus compañeros te odian. Mi consejo: Corre.

Escorpio: Éste es el signo más bello del zodíaco. Te costará mucho terminar un trabajo. Recibirás una buena noticia. Alimenta tu ego, aprovecha y come elogios. Necesitarás ayuda de una conserje para salir de un ascensor. Deberás evitar, por un tiempo, los sitios donde hay muchas mujeres pendientes de tí. En el amor: sin comentarios. En el trabajo: conocerás muchos colegas y premiarán tu trabajo. Mi consejo: Reduce la velocidad en las curvas.

Sagitario: Caminarás cientos de metros detrás de una prenda de ropa escencial que se te voló gracias a la brisa. Pasarás una pena en público. Se te caerá el cepillo de dientes en la poceta. En la calle te confundirán con un mendigo y te darán limosna, pero no te preocupues, aún puedes caer más bajo. En el amor: lo del mendigo alejará a tu cita. En el trabajo: vístete mejor. Mi consejo: en Monte Cristo hay ofertas.

Capricornio: Definitivamente capricornio este es tu momento. El aura de Neptuno te puso a valer, así que tendrás buen apoyo en los negocios. En el amor: no te veo tan bien, las variaciones del polvo cósmico de Júpiter provocan desequilibrios en tí. En el trabajo: se dañará el microondas y todos te echarán la culpa. Mi consejo: llama a un buen técnico.

Acuario: ¡Tú futuro es una maravilla!. Heredarás una plata. En el amor: empezarás milagrosamente a tener suerte. En el trabajo: ya no necesitas ir. Mi consejo: siempre he creído que la BMW es mejor que la Porshe.

Pisis: ¡Ay mi pisiano(a) del alma!. Te sentarás encima de algo mojado en el cine. Te montarás en una camionetica que será abordada por unos maleantes, pero después te reirás del asunto. En el amor: tendrás problemas de estabilidad con tu pareja. No intentes alzarla por un tiempo. En el trabajo: tu jefe tendrá dudas de tu sexualidad. Mi consejo: Más vale pájaro de jefe en mano... que cien volando.

miércoles, 30 de julio de 2008

Antología de una zoociedad


Existe una cosa de mi Caracas que me llama mucho la atención. En todo lo largo y ancho del valle donde está mi ciudad, se crea el ambiente perfecto para que, en el mísmo código postal y zona horaria, puedan convivir dos fenómenos impresionantes de la zoociedad (sociedad) actual.

Son como el agua y el aceite, el ying y el yang, chávez y bush, batman y el guazón... Son como la materia y la antimateria: si entra en contacto un miembro de cada grupo con el otro, se produce un desequilibrio aural en el universo completo. Además, se rompen las cadenas que controlan el buen vivir de la zoociedad entera. Se produce lo que llaman los expertos como "el encuentro" (del latín: encuentrus que significa encuentro), trayéndo como consecuencia catastrófica el desenlace de la raza humana, por los siglos de los siglos.

Para que entiendan la gravedad del asunto, a continuación prosigo con un informe detallado de las características principales de los personajes antagonistas de nuestra zoociedad.

Grupo I
- Visten pantalones de tubito.
- El macho, posee las bolas necesarias para pintarse el bigote con agua oxigenada.
- Se desplazan en motos y/o metro mayormente.
- La hembra es denominada por el macho como "la que talfi" (del francés: "la quetalfier").

¿Aún no saben de qué zoo-tipo les hablo? Aquí va una más:
- Acuden frecuentemente a matinés en Chacaito, donde hacen una especie de ritual étnico con un ruido que dieron a conocer como "Changa ...... " de "La Máquina Latina".

Pues sí, ¡les hablo de los tukkis! Ese grupo que atrae más y más seguidores por tanto estilo que brota de sus cuerpos, vestidos con lo último que trae la Nike al mercado del Cementerio, pantalones que cortan la circulación del pie, zarcillos de fantasía, y el clásico bolsito pegadísimo espalda, todo un monumento a la distancia y categoría, luciendo una cabellera peinada con un "Sayayin" usualmente acompañado por mechas amarillas.

Ruego por mis disculpas a todos los lectores tukkis o dolientes, pero tenemos que ser honestos. Les pido, a los demás lectores ajenos al clan, que sean convalecientes con estos muchachos (as) tukkis, ya que podrían ser comparados inclusive con los monjes, por la labor heróica de andar vestidos por el siglo XXI de una manera tan subrealista. Seamos honestos, señores, la ropa tukki es la vestimenta del mañana.

Según los Tukkólogos (personas estudiosas de la tukkilogía), existe la creencia de que si matas a un tukki, éste se divide en dos, y ahora tienes dos tukkis. Lo que previene cualquier intento de extinguirlos. Pertenecer a este bando requiere dominar a la perfección el lenguaje de los malandros. Cuando un tukki quiere decir "mi novia tiene puesto unos zapatos muy bonitos" sería traducido literalmente como: "mi jevita lo que polta es unos pisos de lo más calteluos a tres tablas won". Esto, sin agregarle los accesorios clásicos: la perinola y el celular con changa a todo volúmen.

Vemos pues, el recorrido que hemos hecho por las más impresionantes cuestiones de nuestra propia zoología, vista desde uno de sus bandos. Ahora vamos al personaje antagónico.

Grupo II.
- No pisan el metro, ni porque ocurra un ataque nuclear, y cuando lo hacen, se lo cuentan a todo el mundo.
- "Somos tu y yo", causó revuelo en sus mentes, lo que trajo como consecuencia el sobre uso de una palabra: osea, que se usa para sustitur cualquier otra palabra. Osea, como un impostor del castellano.
- Ir al centro de Caracas, es como ir a la luna.
- El macho debe necesariamente tener un carrito "de pinga".
- La hembra debe necesariamente haberse puesto lolas o estar entrando al quirófano para ponérselas.

¿Nada todavía? Sigamos:
- Su ambiente natural es el Centro San Ignacio o el Centro Paseo El Hatillo.
-Si no tienes Facebook, es como si no hubieras nacido. Podrás tener cédula, pero el Facebook es más importante.

Pues sí, nuestro segundo grupo son Los Sifris, seres super nice que glorifican al Ipod Todopoderoso. Son extranjeros viviendo en Venezuela, pobrecitos, incomprendidos por todos los sacrificios que aquí hacen. ¿Cómo vivir sin un SevenEleven?. Aman cualquier cosa que tenga las letricas U.S.A precedidas del "made in".

El sifri macho común sube cerro es cu
ando tiene que hacer ejercicio. Su oído es alérgico a la música criolla venezolana y cuando la oye se desorienta porque cree que está de viaje y comienza a darle golpecitos al Ipod porque cree que se quedó sin pila. Aman con locura lo nuevo. Saben al pelo en qué municipio queda Disney, pero no tienen ni idea de cómo llegar a Barinas. Su vestimenta varía según los gustos, pero el sifri sigue el lema de que marca es marca.. lo demás es monte y culebra.

Los Sifrinólogos (aquellos seres que dedican su vida a estudiar la Sifrinología) destacan que la característica más relevante es que son pantalleros. Les encanta ser sufridos. Si matas a un sifri, cometiste un error ¿ok? porque seguramente llegarán los de CSI a tu puerta y te arrestarán. Además, los sifris de ahora gozan desde chiquitos sifrinmunología, que los proteje de cualquier contacto que tengan con una persona niche.

El sifri tiene tendencia a consumir cualquier cosa que diga "light". De hecho, si le colocas al frente una piedra que diga light, lo más probable es que te la compre y se la coma. Así mismo, gozan de un lenguaje propio en códigos peligrosísimos. Si usted quiere decir "No estoy de acuerdo contigo" deberá gesticular: "helloooo... osea niño búscate una vida en google".

Es por esto y otras cosas más, que parar a un tukki frente a un sifri provoca la hecatombe de nuestra zoociedad. Lo mejor de todo sería meterlos en un cuarto y ver qué sucede. Se quedarían viendo, burlándose uno del otro, sin hablarse porque ambos saben que no se entenderían. Hasta aquí entonces, esta humilde antología de los personajes más interesantes de nuestra zoociedad. Sea tukki, sea sifri... sea lo que usted quiera ser, aquí en Gracias al Ocio, nos burlaremos de usted.

martes, 15 de julio de 2008

Juegos de Seducción



Voy a ser tu mayordomo...
Y vos harás el rol de señora bien,
O puedo ser tu violador...
La imaginación,
Esta noche todo lo puede..


Aquella tarde pequeñas gotas de una suave llovizna mojaban las calles de Caracas y como guinda en un postre, la luz eléctrica brillaba por su ausencia, convirtiendo la capital en la sucursal del infierno. Aproveché los minutos de paz que me brindó la oscuridad para prender un cigarrillo y pensar en mi relación con Cristina. Realmente estaba por el suelo nuestro noviazgo. Desde un tiempo para acá sólo nos veíamos cuando coincidíamos en el baño de nuestro apartamentico alquilado, si acaso, y las oportunidades de rescatarlo se vinieron a pique cuando me vi durmiendo en el sofá, al lado del gato.
Miraba por la ventana, mientras me llamó la atención un motorizado que hacía lo imposible por pasar entre dos camiones. Era delivery de pizza, con la caja atrás en la moto, vestido de uniforme ridículo con gorra. De ahí, de esa pinta, salió mi primera idea para reconquistar a Cristina.

Llegué a la puerta de nuestro apartamento. Vestido de pies a cabeza como un repartidor, agarrando con una mano una tela de cuero que cubría una caja de pizza llena de pétalos de rosas y juguetes eróticos. Toqué el timbre, esperé a que me examinaran por el ojo mágico, y apareció detrás de la puerta la señora de la casa.

- Buenas tardes, vengo a entregar mi pedido- dije con la voz más sexy que me pudo salir.-
-Buenas tardes señor, pero yo no pedí pizza, debe ser un error-
- La pizza esta a nombre de la señorita Cristina, y la descripción dice una despampanante rubia, con un cuerpazo igual al de usted. ¿Se encontrará ella por aquí?-
- Pase adelante, ya le pago.-
- Si me puede regalar un vasito de agua, está haciendo mucho calor. - Empecé a quitarme la ropa.
- Agua por los momentos no tengo, pero si le puedo quitar la sed con otra cosa.-
- Bueno señora, a ver, ¿qué tiene por ahí que pueda satisfacerme?-
- A ver, bueno tengo juguito…-
- No hablaba de tomar, precisamente, señorita. - Abrí la caja de la pizza y Cristina hizo un esfuerzo por aguantar la risa.
- ¿Cómo le dicen a esa?-
- A esa… a esa le decimos… "Just Love"- me acerqué, la tomé entre mis brazos y recorrí cada centímetro de su cuello con mis labios.
- Eres el repartidor más atrevido que he visto en mi vida- me dijo
- Y eso que… aún no entrego mi pedido- le respondí.

Esa tarde, había creado el más increíble juego de seducción. Hubo muchas tardes como esa, hubo también muchos personajes, desde policía pasando por bombero, hasta de plomero grosero…
Sólo el tiempo me hizo experto en el placer amarte de maneras distintas. El paso de los días me había convertido en el ganador de nuestro juego. Nuestro juego de seducción.

Estamos solos en la selva,
Nadie puede venir a rescatarnos,
Estoy muriéndome de sed,
Y es tu propia piel...
La que me hace sentir este infierno.

Addenda: No había tenido la oportunidad de agradecerles a todos los que me leen por el cariño que recibí en los días después del cumpleaños del blog. Gracias de verdad.
Por cierto, los últimos textos han estado medio fumados ¿no creen?. Con eso cumplí lo del monólogo, que después de una historia triste viene una de amor. Sólo me gustaría una cosa, que Cristina existiera... y que no fuese rubia.

martes, 1 de julio de 2008

Monólogo de lo Absurdo

Sube telón. Comienzo parte I. Intérprete parado a un lado del escenario vacio, luz tenue ilumina sólo el centro.
-¡Desadaptado, marginal!- me gritó algo desde el cielo, creo yo, al ver la totalidad del esplendor de mi órgano reproductor sexual, ahí, frente a aquella pared blanca, en la cual caía el líquido que mi cuerpo no quiso y que los biólogos llaman orine.

Giré sobre mis talones para responder el grito, alcé la mirada y logré ver una señora asomada por la ventana. -Cochinaaaa.. ¿qué haces tú viendo?- me di cuenta que aún seguía orinando, lo que causó una mancha con forma de arcoiris en la desdichada pared blanca que aceptaba mis improperios.

-Voy a llamar a la policiaaa- volvió a recriminarme.

-¿Y yo tengo la culpa que me den ganas de orinar justo aquí, en la pared de tú casa?. Lo lamento, señora vieja, pero déjeme ejercer mi derecho o voy a ser yo quien llame a las autoridades- contesté, levantando mi dedo índice, como cuando alguien dice algo importante.

Derrepente, sentí un corrientazo, un chorro de agua fría directo a mi ombligo, impactante, que por efectos de la impelable gravedad llegó a la totalidad del esplendor de ya saben quien, causando una acción retractil, parecida quizás, a la de las tortugas cuando se les molesta.

Pronto dejó de ser un chorro... para convertirse en mi propia cascada... y me vi empapado repentinamente, inclusive vi como volaba hacia mi un tobo lleno de agua, con el propósito de mojar cualquier cosa que se atreviese a estar en mi cuerpo.

-Vieja me mojaste- alcancé a gritar, temblando de frío.

-Vete borracho impertinente- respondió.

-¿Que me vaya?. Ahora que me mojas, ¿quieres que me vaya?, si me mojaste es porque querías verme desnudo.- Respondí, atreviéndome a ser sincero con mi contrincante. Y empecé a quitarme la camisa lentamente, cantando para mi la típica canción del striptis o como sea que se escriba, porque cantarla en voz alta hubiese sido una pérdida de tiempo. Me vi despojado de mi pantalón, mis medias siempre de color negro, las que me enseñó mi padre a ponerme, mi interior desteñido de otro color, todo, absolutamente.

-Aquí me tienes, como me lo pediste- grité, con todas mis fuerzas.

-Ya llamé a la policía, borracho...- Fue lo último que escuché de mi querida amiga. Al poco rato me atacó la nostalgia, no pude mantener nisiquiera esta nueva relación con esa señora, que no tuvo la culpa, de que alguien como yo tuviese la valentía de hacerla despertar con mis hazañas. Me senté en el filo de la acera, desnudo, mojado, y llorando, a esperar que mis nuevos amigos viniesen a buscarme.

Y aquí estoy, señor oficial, desnudo, mojado y llorando. Dándome golpes en el pecho por lo cruel que he sido. ¿Cree usted que debo ir a tocarle la puerta para pedirle su misericordia?. O acaso ¿debe ella acercarse hasta mí, y rogarme por nuevas fechorias en la pared de su casa?.

Se oscurece el escenario.
Comienzo parte II, intérprete se cambia de vestuario. Iluminación más intensa. Escenografía: una silla en el centro.

Hice lo que me dio la gana en mi vida de adolescente. No lo puedo negar yo, ni tampoco aquella señora que por una noche se convirtió en mi confidente.

Las consecuencias de la borrachera decidieron salir a la luz pública justo en el momento en que pasaba por aquella casa, y a partir de esa acción me vi encerrado en un calabozo junto a otros desadaptados meones, hasta donde quiero recordar.

Parece ilógico que con el estilo de vida que llevaba me hayan arrestado por orinar; pero ahora que lo pienso en frío, fue la gota que derramó el vaso que contenía mi vida de criminal.

El estar ahí me abrió los ojos. Estar encerrado me permitió ser libre, por muy paradójico que suene. Mi vida se convirtió en una propaganda de esas que venden cosas por televisión, con un antes y un después que estaba por construirse. Llame ya, al teléfono que ve en pantalla si desea cambiar su estilo de vida.

Desde aquel entonces, no volví a pasar por esa parte del pueblo. Hasta que un día decidí cerrar el círculo, para terminar algo que debí haber hecho hace tiempo. Caminé hasta la casa, me llené de valentía para tocarle el timbre y contarle quién era a la señora. Justo en esa ventana, apareció la chica más linda que mis ojos jamás hayan podido ver. Le pregunté si se encontraba la señora de la casa, y en ese momento rompió en llanto, con palabras entrecortadas alcanzó a decirme que su madre había muerto hace tiempo. Quise llorar con ella, pero sólo bajé la cabeza.

Me preguntó quién era yo y cómo había conocido a su madre. Fue entonces cuando decidí mirarla de nuevo, a los ojos, para convertirla en la espectadora principal de mi historia, y quizás, con suerte, en protagonista.

Dicen las malas lenguas, que siempre después de una historia triste, aparece una de amor.

Final parte II. Se oscurece el escenario. Cae el telón.